No se ustedes, pero la obra de Charles Dickens, “A Christmas Carol”, me encanta. No pasa una época navideña que la busco para verla una vez más.
A lo largo de las últimas décadas se han producido varias versiones de adaptación de esta particular obra. Ya sea en formato de cine o en un pequeño teatro de algún lugar del mundo, la misma se comparte ante la consideración de un público diverso. Eso fue precisamente lo que ocurrió en el pequeño teatro en la Iglesia a la cual pertenezco ubicada en el centro de la parte más poblada, Barrio Obrero, en la ciudad de San Juan, Puerto Rico. Allí nos dimos a la tarea de subir una versión de Argentina, era simple pero su mensaje estaba acompañado de un emotivo mensaje de reflexión.
Desde ese momento, ya casi transcurrido diez años, he estado tratando de crear un cuento, esta vez basado en un Milagro en la Navidad Boricua. No lo he terminado aún, a veces la muza combinada con la falta del espacio apropiado, ambos se han combinado para no lograrlo. Sin embargo, hace poco se me ocurrió compartir lo que tengo escrito con alguien, exacto me dije, claro, que tal mis amigos del mundo de las redes sociales, ellos podrán darme la mano. Con un poco de ayuda estoy seguro podré lograrlo. Quién sabe si algún día pueda subir ese cuento adaptado a una obra teatral en el pequeño y viejo teatro de mi Iglesia. ¿Por qué no? Siempre he pensado que para lograr los objetivos, primero hay que soñarlo.
Estén pendiente, estaré compartiendo el desarrollo de este cuento por capítulo, me dejan saber.
Iván Gonzalo Ortiz
Por Iván Gonzalo Ortiz 